Igual que ayer, igual que antes

Al leer tu mensaje diciĆ©ndome que venias a buscarme, hizo que en mi mis emociones revolucionaran a mil, no sabias cuanto esperaba por volverte a ver una vez mĆ”s, te respondĆ­ para que me dieras diez minutos para poder arreglarme y me dijiste que bueno, luego te escribĆ­ para preguntarte dónde te encontrabas y me contestaste “Estoy en el lugar donde te espera la Ćŗltima vez”; cogĆ­ mi bolso y salĆ­ a tu encuentro.
image
Ahí estaba con una pose natural, caminé, increíble ver tus ojos que me engacharon a tu oscuro encanto y nuestro saludo se selló en un pequeño beso en nuestros labios y nos fuimos a nuestro lugar, durante el trayecto al principio era algo sobrio, un silencio que parecía interminable hasta que dí el primer paso para entablar conversación, después sentí el leve roce de tu mano sobre mi pierna, nuestras miradas volvieron a encontrarse, mi mano comenzó a jugar con tu cabello, en ese momento fue algo increible, era como si todo volvía hacer como antes.
image
Llegamos a ese destino que queríamos, estar solos tú yo, entramos a aquel sitio, aquel cuarto donde por una vez mÔs sería tuya y tú mío, sin embargo teníamos que esperar mientras tanto estando los dos afuera aproveché a abrazarte, darte caricias, deleitarme de tu boca; los besos eran recíprocos, cada vez aumentaba la calentura, luego me abrazaste por detrÔs, a la vez sintiendo tus labios en mi cuello, cada vez hacías que me apegarÔ mÔs a tí, sentir tu miembro junto a mi trasero haciendo suaves movimientos acompañados de los sutiles roces de tus manos sobre mis pechos, todo era una combinación perfecta, era como si hubiéramos estado teniendo sexo pero con ropa.
Tan apasionados que estÔbamos que el momento se interrumpió cuando escuchamos que abrían la puerta, eso quería decir que podríamos entrar, ni bien entrÔbamos cuando de pronto me arrinconaste contra la pared y me diste un beso devorador lleno de pasión y lujuria mientras que tus manos aprisionaban las mías, luego tus manos se conducieron a mi cintura llevÔndome al lecho, fue ahí que nuevamente me tomaste, fui tuya, arrancÔndome cada gemido, cada grito, me envicie de tu pasión, de tu sexo, totalmente de tí.
imageRealmente no lo podĆ­a creer, una vez mĆ”s fuiste mĆ­o, sin embargo seguĆ­an tus caricias, tus abrazos, tus besos, todo era como antes, pareciera como si nada hubiera cambiado, dĆ”ndome la mejor pasión, lo mĆ”s triste de todo fue la despedida, a pesar de todo mi sed de tĆ­ no ha cambiado, sigo queriendo mĆ”s, tĆŗ eres mi droga…
Sólo tĆŗ la puedes me puedes calmar mi ansiedad…

Post a Comment

1 comentario:

  1. ese tipo de drogas son las mas poderosas, lo malo es cuando ya no se obtiene la misma dosis a la que uno ha estado enseƱado, ahi si a buscar nuevo proveedor, jajaja

    ResponderBorrar